miércoles, 3 de noviembre de 2010

Poder corrupto. La prisión de la Universidad Stanford.

 INTRODUCCIÓN:

El experimento de la prisión de Stanford es un conocido estudio psicológico en el que se reclutaron voluntarios que desempeñarían los roles de guardias y de prisioneros en una prisión ficticia. Sin embargo, el experimento se les fue pronto de las manos y se canceló en la primera semana.
Las preocupaciones éticas que envuelven a los experimentos famosos a menudo establecen comparaciones con el experimento de Milgram, que está explicado más abajo.

EXPLICACIÓN DEL EXPERIMENTO:

Los participantes del experimento fueron "recogidos" por un anuncio en el periódico para participar en la simulación de una prisión.

De todos estos participantes, se hicieron dos grupos, uno de "guardias" y otro de "prisioneros".

Los participantes que hacían de guardias, recibieron porras, uniformes y otros elementos bastante violentos, elegidos por ellos mismos. También llevaban unas gafas que impedian el contacto visual. Los guardias harían el trabajo por turnos, es decir, cuando uno está participando, el otro está en casa y así sucesivamente... Por el contrario, los prisioneros estaban allí durante las 24 horas del día.

El día anterior al experimento, se les prohibió a los guardias utilizar la violencia física en los prisioneros. A partir de este momento, ellos (los guardias) mandaban sobre el funcionamiento de la prisión, como ellos creyeran que era más conveniente.

A los prisioneros se les dijo que esperaran en su propia casa hasta que fueran a recogerlos para realizar el experimento. Sin previo aviso, fueron "capturados" y "arrestados" por policias reales, que participaron en esta parte del experimento.

Los resultados fueron realmente impactantes, es decir, el experimento se descontroló por completo rápidamente, Los prisioneros sufrieron un tratamiento sádico  y humillante a manos de los guardias, y al final muchos mostraban graves trastornos emocionales.

Para reducir la increíble violencia que se produjo, los guardias decidieron separar a los prisioneros en dos grupos: los "malos" y los "buenos", y de esta forma no se produjo ningún tipo de violencia a gran escala.

Pero el experimento no acabó aquí. A medida que pasaban los días, los guardias se volvían más violentos y humillaban a los prisioneros obligandolos a cometer actos excesivamente humillantes.
Al final se llegó hasta el punto en que el autor del experimento decidió suspenderlo, con lo que los guardias se enfadaron.



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